lunes, 4 de junio de 2007



un gato que decidió comprarse unas zapatillas de estar por casa. No tenía madera en el suelo y los inviernos se le hacían un invierno. Al llegar a casa y ponerse por primera vez sus zapatillas se dio cuenta de que estaban hechas de algodón. El gato era alérgico al algodón. Le salieron pústulas y ampollas y tubo que ser trasladado al hospital. Allí le pusieron un millón y medio de inyecciones y le suministraron dos cientos cincuenta y tres kilos de pastillas. El gato murió. Se podría haber comprado unas botas.

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